El cóctel es la inspiración del momento, que traducida en forma literal podría expresarse como una mezcla equilibrada de dos o mas bebidas, que armoniosamente dosificadas producen un sabor distinto, nuevo, y en el que ninguno se destaque especialmente.
Un buen cóctel, para que merezca el nombre de tal, no solamente debe constituir una combinación bien hecha de bebidas, sino también por su presentación, sabor, y perfume, satisfacer al paladar y al espíritu para el que ha sido creado.
La experiencia me ha demostrado que es un error en el que la gente cae muy frecuentemente creer que el cóctel solo debe beberse instantes antes de la comida o el almuerzo. Ello es confundir al cóctel con un simple aperitivo.
Aceptamos que hay una inmensa cantidad de cócteles que por su formula son también aperitivos, pero encontramos una extensa línea de tragos largos y tragos cortos aptos para beber en cualquier momento.
Mi experiencia profesional me ha enseñado que es indispensable tanto para el barman profesional como para el aficionado, el conocimiento de los distintos paladares de las bebidas y el grado de compatibilidad que tengan unas con otras, para facilitar su mezcla.
Ello permite dosificar los distintos licores con eficiencia, y en las posibles combinaciones que le sugiera su imaginación, crear formulas nuevas.